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El legado del agua

Desde sus orígenes, las sociedades humanas encontraron la forma de procurarse alimento, agua y abrigo acordes con las características de los hábitats que colonizaban. El abasteciendo y el acceso al agua, afectaba y afecta en la actualidad a los patrones de vida y cultura en cualquier región del mundo. Esto conduce a una competencia por el recurso, que se agudiza en los ciclos de sequías, desembocando en conflictos que afectan al desarrollo de cualquier comunidad actual, e impactan negativamente en su viabilidad futura.

En el periodo entre el 2200 - 1350 a.C. los habitantes de las motillas, se enfrentaron a un marcado periodo de cambios climáticos, lo que obligó a estas comunidades a diversos cambios culturales y tecnológicos, en lo que se podría considerar un sistema de adaptación del hombre del Bronce al uso de los recursos hídricos del subsuelo.

El pozo más antiguo de la Península

El pozo interior de la Motilla del Azuer, con más de 4.000 años de antigüedad es considerado el pozo más antiguo de la Península. Conforme los niveles hídricos bajaban en aquella época, los habitantes de las motillas accedieron a los niveles más bajos del nivel freático del agua por medios de pequeñas rampas descendiendo más y más en el subsuelo, superando según datos del yacimiento, los 14 metros de profundidad.

El mantenimiento del pozo de la Motilla, supuso para sus habitantes, un continuo esfuerzo tanto en su defensa como en el mantenimiento de la estructura hidráulica, que hacía preciso levantar amplios muros y paredes para consolidar el pozo, tratando igualmente de que no se obturaran las venas o veneros de agua que lo abastecían.

El legado del agua

4.000 años después en la comarca de Daimiel, este singular legado del agua sigue vigente. Un amplio territorio donde confluyen formando "tablas", el río Guadiana y el río Cigüela. Un enclave ubicado sobre amplios acuíferos, con multitud de rebosaderos naturales denominados tradicionalmente "Ojos". Una tierra en la que durante siglos, los diferentes pobladores, han hundido las raíces de su propia existencia en el uso del agua. Vestigio de ello son los diferentes restos arqueológicos como "azudes", presas romanas o los Molinos Hidráulicos del río Guadiana que utilizaban este preciado elemento como fuente de riqueza y de desarrollo.

Con la Motilla del AzuerDaimiel, recoge el legado del agua desde sus orígenes y abre una nueva época de dialogo y relación del hombre con el agua, incrementando la concienciación de sus habitantes sobre su problemática y la interacción y dependencia económica que tienen con tan preciado recurso, buscando el desarrollo socio-económico y el uso racional del Agua.